Neuropsicología Infantil
Dentro de nuestros servicios de Neuropsicología tratamos la Neuropsicología Infantil.
¿Qué es la Neuropsicología Infantil?
La neuropsicología infantil es una especialidad que se enfoca en comprender el desarrollo cognitivo, emocional y conductual de los niños desde una perspectiva neurocientífica. En nuestro servicio de neuropsicología infantil, realizamos evaluaciones detalladas para identificar posibles dificultades en áreas clave como la memoria, la atención, el lenguaje, el razonamiento y el comportamiento.
A través de pruebas estandarizadas y técnicas de evaluación, buscamos comprender el funcionamiento cerebral de los niños para poder diagnosticar trastornos del neurodesarrollo, como el TDAH, dislexia, dificultades de aprendizaje, entre otros.
Nuestro enfoque es integral, brindando intervenciones personalizadas que no solo ayudan a mejorar las habilidades cognitivas y emocionales, sino también a promover un desarrollo saludable y adaptativo en el entorno familiar y escolar. Trabajamos de la mano con los padres y profesionales educativos para proporcionar estrategias y herramientas efectivas que faciliten el aprendizaje y el bienestar emocional del niño.
Si te preocupa el desarrollo cognitivo o conductual de tu hijo, te invitamos a realizar una evaluación neuropsicológica que nos permita identificar cualquier dificultad y ofrecerte el acompañamiento adecuado para su bienestar y crecimiento.
Cuándo acudir a consulta
Dificultades para aprender a leer, escribir o realizar actividades que deberían ser propias para su edad.
Discrepancia entre su rendimiento escolar y su capacidad intelectual.
Dificultades en la memoria, atención o comprensión, que pueden manifestarse como olvidos frecuentes o dificultad para seguir instrucciones.
Dificultad para mantener la atención en tareas o actividades por períodos adecuados para su edad.
Inquietud constante, fácil distracción o impulsividad excesiva.
Cambios significativos en el comportamiento, como agresividad, dificultades para controlar impulsos, rabietas frecuentes o desobediencia persistente.
Reacciones emocionales intensas y desproporcionadas a situaciones cotidianas, como ansiedad o tristeza excesiva.
Problemas para gestionar las emociones, como la frustración o el miedo.
Retrasos o dificultades en el desarrollo del lenguaje, tanto en la expresión como en la comprensión.
Si en la familia existen antecedentes de trastornos del neurodesarrollo, como TDAH, autismo o dificultades de aprendizaje, puede ser útil realizar una evaluación preventiva.
Si el niño ha sufrido algún accidente o lesión en la cabeza, es recomendable hacer una evaluación para descartar o evaluar posibles efectos sobre su desarrollo cognitivo y emocional.
Si reconoces alguna de estas señales en tu hijo, la consulta con una neuropsicóloga infantil puede ser el primer paso para obtener un diagnóstico preciso y el apoyo adecuado. ¡No dudes en consultar si tienes alguna preocupación sobre el desarrollo de tu hijo!
¿Has observado alguna de estas señales de alarma?Pide ahora tu cita
Teléfono
956 088 069 (L-V 10 a 14hs y 16 a 21hs)
