Tener una buena autoestima es fundamental para alcanzar cualquier meta que nos propongamos.
La autoestima está presente en todas las decisiones que tomamos y, por supuesto, determina nuestros pensamientos, sentimientos y conductas.
La autoestima de una persona se forja a partir de la percepción que tiene de sí misma, de la percepción que los demás tienen de ella y del entorno social que la rodea.
El autoconocimiento es un pilar fundamental de la autoestima, y está compuesto por cuatro elementos que, en conjunto, van fortaleciendo nuestra autoestima desde que somos pequeños.
El autoconcepto: Lo que creemos de nosotros mismos.
La autoimagen: Cómo nos percibimos.
La autoaceptación: Reconocer y aceptar quiénes somos.
El autorespeto: Atender y satisfacer nuestras propias necesidades y valores.
El autoconocimiento implica conocernos en nuestra totalidad: conocer nuestros defectos para poder cambiarlos o mejorarlos y apalancarnos en nuestras virtudes.
Es muy importante ayudar a los niños en este proceso de autoconocimiento para que vayan forjando una buena autoestima, ya que el objetivo final es inculcarles que siempre deben estar en búsqueda de lograr todo aquello que les haga sentirse orgullosos de sí mismos.
No hay mejor forma de ayudar a los niños en este proceso de conocimiento personal que a través de preguntas que les hagan cuestionar su autoconcepto, autoimagen, autoaceptación y autorespeto. Por ello, os dejamos algunas preguntas a modo de ejemplo que podéis utilizar:
- ¿Qué es lo que más te gusta hacer para divertirte?
- ¿Qué es lo que te preocupa?
- ¿Dime algo que te dé mucha vergüenza?
- ¿A qué le tienes miedo y qué harías si no tuvieras ese miedo?
- ¿Qué dicen los adultos de ti?
- ¿Qué te hace sentir orgulloso?
- Dime alguna cualidad positiva que tengas.
- Dime alguna cualidad negativa que tengas.
En muchas ocasiones, estamos tan ocupados que responder a estas preguntas, incluso siendo adultos, no es nada fácil, porque no nos las hemos planteado. Siempre nos desvivimos por conocer a las personas de nuestro entorno para poder agradarles, que se nos olvida lo más importante: conocernos y agradarnos a nosotros mismos.
Recuerda que la base de tener una buena autoestima está en tener un buen autoconocimiento. Y ya sabes, una buena autoestima va a determinar lo que piensas, lo que sientes y cómo actúas.
Desarrollar una buena autoestima en los hijos es vital, y no te olvides de trabajar en la tuya propia, aún más, porque eres un modelo para tu hijo.
Fdo. Jare Rodríguez