Apresfam

Y llegue sin querer ir, creyendo que no me ibais a ayudar en nada. No sabía quiénes erais ni que iba a pasar, tampoco sabía qué hacía allí, ni cuál era el objetivo que queríais conseguir.

Dos personas a las que yo no conocía, dos personas llamadas Coqué y Jare, dos personas que día tras día me ponían a prueba.

Todo se me hacía un poco más duro, cada día una prueba más que superar un enfrentamiento más que yo no quería y decía que no podía. En cada semana había un día que tocaba ir a veros y nunca quería, se me hacía difícil ir a veros y contaros como me fue esa semana. Semanas que se fueron haciendo más amenas cuando me di cuenta de que solo queríais ayudarme y verme por fin sonreír. Las visitas se me hacían más divertidas, horas de terapias, terapias que me han ayudado a hacerme saber que soy lo bastante fuerte para poder con todo lo que me venga desde pequeña y tener el suficiente coraje para vencerlo todo.

Las emociones aquí tenían un papel muy importante ya que con 16 años la cosa más mínima se me hacía un mundo. Me enseñasteis a cambiar mi mente y mis pensamientos derrotistas y negativos.  También me enseñasteis a voltear a ver mi interior, no con miedo, sino con confianza y fe de que todo iba a estar bien y vuestra fuerza imprescindible para seguir adelante, no podían faltar, en cada terapia.

Gracias a vuestro apoyo deje de encerrarme a mí misma y mil gracias por nunca dejarme derrotar. Ahora nunca me dejaré vencer, ahora he aprendido que los pensamientos negativos sólo atraerán lo negativo, ahora estoy orgullosa de ustedes por supuesto, de mis padres y de mi hermano. No podría faltar mi familia y mis amigas acompañado del apoyo de todos vosotros gracias, gracias y mil gracias por haberme acompañado en este duro trayecto y por supuesto haberlo superado del todo.

Con mucho cariño,

Una niña de 16 años. Un abrazo fuerte, os quiero.